Un nuevo miércoles sensorial, subo esta entrada para activar nuestras sensaciones somáticas (de nuestro propio cuerpo) y aprender a percibir mejor nuestro cuerpo, para poder así tener un mayor control sobre todas las partes que lo componen, y ayudarnos en la expresión de emociones y en la comunicación no verbal, que muchas veces puede dar tanta información o más como la oral.
Sólo necesitamos un material con el que estimular nuestra piel, para ello podemos utilizar una pluma si tenemos por casa, o crear nuestro propio material sencillo de estimulación con algo que haya a nuestro alcance, como los flecos de una fregona, el relleno de algún cojín, o incluso una bolsita de plástico cortada en tiras, cualquier material que pueda transmitir suavidad.
Es tan sencillo como coger el material una vez que esté en tiras, y anudarlo para hacer una especie de plumero con él, con el que masajearemos nuestro cuerpo.
El niño deberá estar tumbado y cómodo, podemos acompañar el momento de una luz tenue y música relajante, en internet hay infinidad, os dejo alguna de ejemplo:
Inicialmente realizaremos el ejercicio por la cara, estimulando diferentes puntos, como orejas, boca, nariz, ojos, frente, mejillas... si el niños es capaz le podemos pedir que nos diga el nombre del sitio que le hace cosquillas, así reforzamos el vocabulario facial. Os dejo un vídeo mío que se que os usta verme, pero a mi a vosotros también eh.
Os recomiendo también, si queréis reforzar el vocabulario facial con la pluma pero de manera más activa, el cuento cantado
MI CARA, que a algunos ya os había comentado. =)
Posteriormente podemos extender el ejercicio a todo el cuerpo y trabajar más vocabulario del cuerpo o sensaciones corporales. Si tenemos varios materiales podemos ir cambiando para que experimente diferentes texturas.
¡DISFRUTAD!
Laura Pradas García.